Hoy hemos recibido la visita de unos buenos amigos de Inglaterra. Tracy, Tony y Adeel.  No era la primera vez, excepto para Adeel, que viajaban a tierras jiennenses. En una ocasión anterior, les llevamos al Parque Natural de Sierra Mágina, dado el interés de Tony por la montaña, y de Tracy por las aves. Les impresionó la belleza de este sierra, pero ahora tocaba conocer el Parque Natural de Las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas.

La mañana se presentó muy lluviosa y con niebla, pero aún así, nos pusimos de camino a la sierra con dirección a Quesada. Para nuestros amigos, era algo muy curioso y distinto recorrer el camino entre olivares y olivares, asombrados por la extensión de este cultivo en la provincia. Hicimos algunas paradas para contemplar el paisaje, lo que dio lugar a buenas oportunidades para algunas fotografías. Continuamos camino al paraje del Chorro, con la intención de disfrutar de las magníficas vistas y del vuelo de los buitres que tienen su colonia instalada en estos paredones. Sin embargo al llegar, la niebla era muy espesa, y no dejaba ver nada. Al cabo de unos minutos, fue despejando, y dejando ver poco a poco, como para saborear la vista, la magnitud de este barranco. La imagen era espectacular, y todos disfrutamos de este momento.

Ahora que había despejado un poco, era el momento de buscar algunos buitres leonados (Gyps fulvus) con el telescopio. Desde el observatorio de madera, bajo la lluvia, localizamos algunos buitres refugiados del aguacero, en algunas repisas y cuevas abrigadas, esperando que escampara para iniciar sus vuelos. Era algo que nosotros también esperábamos, para disfruutar del planeo de estos grandes carroñeros. Al final sólo uno se decidió con un corto vuelo y volvió a su repisa.

Proseguimos nuestra ruta hacia La Iruela. Cerca del Hotel de montaña Riogazas, nos detuvimos a observar la panorámica. Una imagen magnífica del Castillo de Salvatierra (En el cerro del mismo nombre) o de las Cinco Esquinas asomando entre la niebla. Abajo, la ciudad de Cazorla bajo La imponente Peña de los Halcones.

Más adelante, paramos a comer en el Hotel SPA Sierra de Cazorla, la comida excelente y el trato inmejorable. Un lugar recomendado también por sus vistas a la campiña y por su oferta de tratamientos y servicios en el SPA.

Nuestro último destino en este día era la Laguna de la Herradura, un antiguo meandro dentro del Embalse de Doña Aldonza, con una importante población de aves acuáticas, en la que pretendemos llevar a cabo un proyecto de restauración y conservación.

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