La Naturaleza siempre sorprende. En cada excursión o jornada en el campo, siempre hay un elemento sorpresa. Puede que simplemente quieras pasar un día en la Naturaleza o  preparar concienzudamente la salida con la intención de ver algo concreto. Pero incluso así, seguro que hay algo que no esperabas ver.

Esto me ocurrió a mi la semana pasada, durante una excursión al P. N. de Sierra Mágina.

Era ya bastante tarde y comenzaba a oscurecer. La mejor hora para observar al Búho real, motivo de mi salida al campo.

En el silencio del ocaso, escuché a unos 300 m. unos testarazos. Me fui acercando entre los olivos, casi arrastrándome, y descubrí un grupo de unos 12 machos monteses, que jugaban correteando en el borde de los olivos con el monte. Se embestían y chocaban sus cuernos ajenos a mi presencia. Casi sin luz, conseguí algunas fotos del momento.

Finalmente no vi al Búho, pero la tarde quedó recompensada con la imagen de los machos monteses.